En la cuarta revolución industrial, la robotización y automatización ofrecen nuevas posibilidades a nuestra sociedad, impactando no solo en la mejora de los servicios y el desarrollo de los productos sino también abriendo un nuevo horizonte en la forma de fabricación y de distribución.
La tecnología dron es una de ellas, y como suele pasar cuando se abre un nuevo paradigma, se han generado muchas expectativas al respecto, algunas de ellas poco realistas o que no han tenido en cuenta el lento proceso de adaptación y cambio de la legislación que regula el espacio aéreo para que esas ideas se conviertan en realidad.
En SITEP llevamos desde 2015 trabajando en la integración de la tecnología dron para la captura y tratamiento de datos con sistemas de información geográfica. Focalizados en desarrollar servicios en el ámbito de la seguridad y emergencias para el cuerpo de bomberos, policía y protección civil y también en el área de la ingeniería civil para las inspección de infraestructuras (depósitos de escombros, canteras, edificaciones, redes de transporte, …).
Durante este camino nos hemos encontrado con diferentes retos y dificultades que nos han aportado un mayor conocimiento y expertise de los elementos que convergen en las misiones realizadas con drones. Este know-how nos permite analizar el tipo de aeronave y sensor que mejor se adapta para cada tipo de tarea.
En cuanto al tipo de aeronaves, existen 3 factores que son determinantes para valorar su eficiencia e idoneidad. La autonomía o tiempo de vuelo, el alcance o distancia y la capacidad de carga. En nuestra flota disponemos de drones de ala fija, multicópteros y helicópteros propulsados por baterías eléctricas o por combustión de gasolina. Cada uno tiene unas características que condicionan sus capacidades y por la tanto su uso. Nuestra experiencia y pericia nos permite definir adecuadamente los requerimientos que deben cumplir para que la misión se realice con éxito.
Existen aeronaves de gran autonomía y por lo tanto de gran eficiencia de vuelo, como los drones de ala fija. Capaces de volar durante horas (o incluso a perpetuidad con paneles solares) y de recorrer grandes distancias. El handicap que tienen es su limitada capacidad de carga, la imposibilidad de realizar vuelo estacionario, además de la necesidad de una pista para las maniobras de despegue y aterrizaje. Existen modelos híbridos que permiten realizar estas maniobras de forma vertical (VTOL) como los multirotores, aunque no son aeronaves eficientes en este tipo de vuelo y su capacidad de carga es reducida (2 kg aprox.).
Los multicópteros son naves muy versátiles ya que permiten realizar drones de tamaños muy reducidos y diferentes configuraciones: cuadricópteros, hexacópteros, octacópteros, etc. Normalmente están alimentados por baterías y son perfectos para realizar trabajos con cargas inferiores a 5 kg y misiones de poca distancia ya que su autonomía es de alrededor de 20 minutos de media. Pueden realizar vuelos estacionarios, aunque por su configuración el tamaño de sus palas es pequeño y para mantener la flotabilidad necesita aumentar mucho las revoluciones (RPM) reduciendo mucho su eficiencia energética. Esta limitación de tiempo de vuelo, de distancia y capacidad de carga a nivel profesional son una clara desventaja en este tipo de naves, ya que para aumentar la capacidad de carga, reducimos mucho el tiempo de vuelo y el tamaño de la nave aumenta junto con el peso. Además son naves que deben volar en buenas condiciones climáticas o moderadas. Existen modelos híbridos que llegan a horas de vuelo, aunque con cargas mínimas que no son suficientes para realizar operaciones con sensores de altas prestaciones.
Por último, tenemos el dron tipo helicóptero. Este tipo de aeronaves son muy eficientes en vuelo, ya que poseen unas palas de mayor tamaño que los multicópteros y que adaptan el ángulo de ataque de la pala para aprovechar al máximo el flujo del aire. Son aeronaves diseñadas con un rotor principal de giro lento que utiliza menos energía que un multicóptero, proporcionandole una mayor estabilidad en vuelo, más velocidad y eficiencia, lo que permite una mayor carga de pago (+ de 10 kg), vuelos más largos (autonomia de + 70 min) y a mayores distancias. Además, este tipo de aeronaves pueden volar en condiciones climáticas adversas de forma más estable que los drones ala fija y multicópteros.
En conclusión, podemos convenir que el helicóptero es una aeronave muy completa y proporciona muchas ventajas en vuelo, pero no solo el tipo de aeronave es importante para definir qué tipo de dron es necesario. La definición precisa de los requerimientos del trabajo a realizar es determinante para la correcta elección, es decir, si necesito unos resultados con mucha precisión, es probable que el tipo de sensor tenga un peso elevado y que un ala fija no pueda levantarlo o que un multicóptero tenga una autonomía corta y eso condicione la distancia que pueda recorrer. En SITEP somos especialistas en la definición de características, selección de sensores a embarcar y en el desarrollo de plataformas a medida para conseguir capturar datos de gran calidad en entornos complejos.